Las reglas del cooperativismo han sido elaboradas a través del tiempo tomando como punto de referencia las múltiples experiencias positivas y negativas que nos ha legado la historia de la economía solidaria.

Cada regla, cada norma, procura lograr el mayor grado de justicia y equidad posible entre los socios y socias, bajo el entendido de que son ellos, como diría Aristóteles: la causa material, la causa formal, la causa eficiente y la causa final de toda empresa cooperativa.

Los socios son la causa material de una cooperativa porque ese granito de arena que cada uno de nosotros aporta permite construir grandes empresas.

Los socios son la causa formal porque de un grupo de ellos surge la idea de colectivizar sus esfuerzos, dirigiendo sus fuerzas en la misma dirección para solucionar los problemas financieros que les afectan.

Los socios son la causa eficiente porque sin su aporte de recursos económicos y de trabajo no remunerado no fuera posible la creación y crecimiento de las cooperativas.

Los socios son la causa final porque las cooperativas tienen su razón de ser, única y exclusivamente para atender las necesidades de sus socios y socias y por extensión de la comunidad.

  • Una de las reglas básicas del cooperativismo de todos los tiempos, es la que hace depender, el monto de los préstamos que se le puede otorgar a un asociado, de la cantidad de ahorros acumulados al momento de la solicitud.
  • Otra regla básica para que un asociado tenga derecho a solicitar un monto determinado, dos, tres, cuatro o cinco veces la cantidad ahorrada, es que ese ahorro se haya realizado de manera constante, mensual, quincenal, semanal o diariamente en pequeños montos, nunca en depósitos extraordinarios, excepto en los casos donde existe una reglamentación específica para un tipo de préstamo.
  • Otra regla muy importante que debe observar toda verdadera cooperativa es que los préstamos de montos menores tengan prioridad sobre los préstamos de montos mayores.

¿Por qué son importantes estas reglas?

Porque el capital con el que trabaja una cooperativa es producto de ese pequeño ahorro que el asociado deposita mensualmente. Contando con ese asociado es que la cooperativa hace planes y puede cumplir sus compromisos.

Por esa razón, permitir que un asociado reciba un préstamo sin tener los ahorros que lo hacen merecedor del mismo, constituye una falta de equidad por parte de la cooperativa.

El asociado que pretende realizar aportes extraordinarios con el fin de saltarse los reglamentos no es cooperativista, poque su acción roba los derechos adquiridos de otros socios y destruye la base del cooperativismo.

¿Por qué los préstamos pequeños tienen prioridad?

Como ya hemos dicho, los grandes o pequeños montos de capital que maneja una cooperativa son el producto de pequeños montos ahorrados por miles de asociados. De aquí que resulte imperativo que el capital de trabajo disponible sea dirigido a satisfacer las necesidades del mayor número de asociados.