Remigia es un paradigma de fe. Creía en la potencialidad de su trabajo, pues mientras entregaba dinero a los que se iban para que le prendieran velas a las ánimas suplicando por lluvia, cada día caminaba largas distancias en busca de agua para dar de beber a los animales. Estaba preparada para el día que empezaran las lluvias sembrar yuca, plátanos, habichuela, guandules, maíz, auyamas, entre otros rubros de esperanza.